Con o sin embargo, es poco probable que las marcas que se encuentran en las paredes de La Habana sean Rolex o H&M. Estas son las marcas deltiempo. El clima que huboy el tiempo que habrá. A veces los dos, tanto como en este caso, la historia puede llegar a convertirse en ciclón. Es este tiempo protegido, casi hermético que Pierre Alain Brandt explora y cristaliza en esta serie de “fragmentos”, Hecho en Cuba. Paredesde concreto se convierten en lienzos abstractos … y sin embargo tan concretos. Capturaimágenes sensoriales, epidérmicas que buscan el espíritu del lugar y restauran el alma compleja y rara de Cuba.

Los ojos del artista rechazanasí, una lectura clásica,turística, de la tan fotogénica Habana para exponer entre bastidores una configuración más sensible, fotosensible. Esquiva los clichés habituales y se contrapone a los estereotipos de estas fachadas emblemáticas de la isla. Retratos icónicos de Korda, murales estarcidos conla sagrada trilogía de los barbudos, duplicados y replicados incansablemente hasta laobsesión. Hasta la victoria siempre, venceremos, creemos en los sueños … todos estos eslóganes martillados, cachiporrados como tantas promesas que se hicieron ilusorias, el ideal de otro tiempo.

En el sonido y la furia de la multitud, Pierre Alain Brandt opone el silencio de la belleza y de los fantasmas. En otraspalabras, él prefiere las superficies pastel, paletas de azul ultramar, pigmentos de color blanco tiza, ocres y marrones colocados allí por el humo de un ejército de puros. Él observa con la agudeza y precisión deldermatólogo, rastros,grietas, cicatrices, tatuajes en la piel de las casas. Se descifranen el yeso, los estratos del pasado. Con el lente como un pincel, registrael murmuro de los muros. Su memoria.

Philippe Coll de Vives © 2016